Celebremos la independencia de
una nación que no existía en el año que nos han dicho que marcó el inicio de
nuestra vida como país; celebremos que somos una gran nación, la prueba son las
grandes pirámides del valle del México y del suroeste, aunque claro, gloriosos son
los aztecas y los mayas de hace siglos, no los indios de la sierra que desde
que somos “independientes” han sido un estorbo para el progreso, y que hasta la
fecha siguen poniéndole trabas a las empresas que con minas y presas van a
generar energía y empleos… Que malos mexicanos son, flojos y alcohólicos, y
además idólatras.
Celebremos a los valientes
hombres que dieron su vida por la patria, y que digo dar la vida ¡Mataron por
la patria! Tal y como nuestras actuales fuerzas armadas y nuestra policía se
encargan de matar a los malos mexicanos, de esos que por burros no estudiaron,
y que se ganan la vida produciendo y vendiendo las drogas que nuestros
artistas, políticos, profesionistas, policías e hijos consumen para distraerse
y divertirse.
Celebremos también por nuestra
democracia, la más cara del mundo; pero no es tan cara como las campañas de
nuestros partidos, pero total, a mí no me importa la política, aún y cuando
ellos vivan de mis impuestos y decidan sobre mi sueldo y mis derechos.
Celebremos que tenemos un presidente guapo y un sistema tripartidista, donde
nadie puede hacer su voluntad y todos tienen que negociar… Celebremos nuestra
democracia, donde es más fácil probar la existencia de Dios que la ilegalidad
de una elección.
Celebremos también la reforma
laboral, que por fin va a modernizar las obsoletas relaciones obrero
patronales, por fin se acabará la opresión y la tiranía que los trabajadores
flojos y explotadores ejercen sobre los pobres empresarios mexicanos (y alguno
que otro extranjero, pero a quienes debemos agradecer porque nos dan trabajo),
que invierten su valiosísimo capital y su sagrado esfuerzo para darnos de comer
a la mayoría de los mexicanos; ojalá y pronto se apruebe una reforma fiscal,
para que el costo de la burocracia del Estado deje de estar en los hombros de
esos sacrificados hombres de negocios y recaiga también en toda esa gente floja
¡Que por lo menos en sus alimentos y medicinas paguen impuestos! Nosotros no
tenemos la culpa de que ganen tan poco, la tienen ellos por no estudiar o no
ser lo suficientemente emprendedores, porque cada quien puede llegar tan lejos
como se lo proponga ¿o no?
Y celebremos también por la
iglesia, que es tan moderna y está tan preocupada por el país que hasta
respalda la reforma laboral. ¡Pero eso no es algo nuevo! ¿Acaso no eran
sacerdotes católicos Hidalgo y Morelos, los padres de la patria? ¡He ahí la prueba
de que ser mexicano y católico-guadalupano son cosas inseparables! Celebremos
por una iglesia más preocupada por controlar el cuerpo de las mujeres para
evitar que pequen (y que nos sean ocasión de pecado a los débiles hombres), o
por evitar que los matrimonios gays destruyan la sagrada institución de la
familia, que por los pobres… total, por algo lo son, y algún día Dios los
premiará.
Celebremos a México, celebremos
el paraíso terrenal que está por restaurarse para aquellos que aman el país y
son fieles a sus líderes. Celebremos que somos un gran país, del cual no son
dignos los migrantes centroamericanos, como en el Siglo XIX no lo eran los
indios bárbaros del norte, y a principios del XX no lo eran los chinos.
Celebremos un México con una economía tan sólida que sigue creciendo a pesar de
la crisis, y no hagamos caso de los que dicen que aquí no se respetan los
derechos humanos y que somos un país violento, recordemos que a las mujeres
solo las matan en Cd. Juárez, y los 120 mil asesinados, pues seguramente
andaban en malos pasos, por algo les pasó lo que les pasó. No hagamos caso a
las llamadas de atención que dicen que nuestro índice de desarrollo humano es
bajo, ni de los que dicen que nuestra educación es mala, eso es echarle la
culpa al gobierno de nuestros problemas. ¡Celebremos nuestra independencia y
nuestra libertad este 15 y 16 de septiembre!
Ah sí, esos revoltosos del 132, a
ver si ya se ponen a trabajar ¿No?
a trabajar! y ahora con la reforma laboral! jaja
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