lunes, 10 de septiembre de 2012

Este 15 y 16 de septiembre, celebremos…




Celebremos la independencia de una nación que no existía en el año que nos han dicho que marcó el inicio de nuestra vida como país; celebremos que somos una gran nación, la prueba son las grandes pirámides del valle del México y del suroeste, aunque claro, gloriosos son los aztecas y los mayas de hace siglos, no los indios de la sierra que desde que somos “independientes” han sido un estorbo para el progreso, y que hasta la fecha siguen poniéndole trabas a las empresas que con minas y presas van a generar energía y empleos… Que malos mexicanos son, flojos y alcohólicos, y además idólatras.

Celebremos a los valientes hombres que dieron su vida por la patria, y que digo dar la vida ¡Mataron por la patria! Tal y como nuestras actuales fuerzas armadas y nuestra policía se encargan de matar a los malos mexicanos, de esos que por burros no estudiaron, y que se ganan la vida produciendo y vendiendo las drogas que nuestros artistas, políticos, profesionistas, policías e hijos consumen para distraerse y divertirse.

Celebremos también por nuestra democracia, la más cara del mundo; pero no es tan cara como las campañas de nuestros partidos, pero total, a mí no me importa la política, aún y cuando ellos vivan de mis impuestos y decidan sobre mi sueldo y mis derechos. Celebremos que tenemos un presidente guapo y un sistema tripartidista, donde nadie puede hacer su voluntad y todos tienen que negociar… Celebremos nuestra democracia, donde es más fácil probar la existencia de Dios que la ilegalidad de una elección.

Celebremos también la reforma laboral, que por fin va a modernizar las obsoletas relaciones obrero patronales, por fin se acabará la opresión y la tiranía que los trabajadores flojos y explotadores ejercen sobre los pobres empresarios mexicanos (y alguno que otro extranjero, pero a quienes debemos agradecer porque nos dan trabajo), que invierten su valiosísimo capital y su sagrado esfuerzo para darnos de comer a la mayoría de los mexicanos; ojalá y pronto se apruebe una reforma fiscal, para que el costo de la burocracia del Estado deje de estar en los hombros de esos sacrificados hombres de negocios y recaiga también en toda esa gente floja ¡Que por lo menos en sus alimentos y medicinas paguen impuestos! Nosotros no tenemos la culpa de que ganen tan poco, la tienen ellos por no estudiar o no ser lo suficientemente emprendedores, porque cada quien puede llegar tan lejos como se lo proponga ¿o no?

Y celebremos también por la iglesia, que es tan moderna y está tan preocupada por el país que hasta respalda la reforma laboral. ¡Pero eso no es algo nuevo! ¿Acaso no eran sacerdotes católicos Hidalgo y Morelos, los padres de la patria? ¡He ahí la prueba de que ser mexicano y católico-guadalupano son cosas inseparables! Celebremos por una iglesia más preocupada por controlar el cuerpo de las mujeres para evitar que pequen (y que nos sean ocasión de pecado a los débiles hombres), o por evitar que los matrimonios gays destruyan la sagrada institución de la familia, que por los pobres… total, por algo lo son, y algún día Dios los premiará.

Celebremos a México, celebremos el paraíso terrenal que está por restaurarse para aquellos que aman el país y son fieles a sus líderes. Celebremos que somos un gran país, del cual no son dignos los migrantes centroamericanos, como en el Siglo XIX no lo eran los indios bárbaros del norte, y a principios del XX no lo eran los chinos. Celebremos un México con una economía tan sólida que sigue creciendo a pesar de la crisis, y no hagamos caso de los que dicen que aquí no se respetan los derechos humanos y que somos un país violento, recordemos que a las mujeres solo las matan en Cd. Juárez, y los 120 mil asesinados, pues seguramente andaban en malos pasos, por algo les pasó lo que les pasó. No hagamos caso a las llamadas de atención que dicen que nuestro índice de desarrollo humano es bajo, ni de los que dicen que nuestra educación es mala, eso es echarle la culpa al gobierno de nuestros problemas. ¡Celebremos nuestra independencia y nuestra libertad este 15 y 16 de septiembre!

Ah sí, esos revoltosos del 132, a ver si ya se ponen a trabajar ¿No?

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